22 marzo, 2023

Gotas para impulsar el cambio

 

 


El agua fluye por todo lo que hacemos en nuestro día a día, desde que la sentimos brotar de la regadera, al tomarnos nuestro primer café de la mañana, al abrir la llave para lavarnos los dientes, incluso para descargar el excusado. Con el agua iniciamos nuestro día, y nos cruzamos con ella a lo largo de todas las horas, vivimos de ella y gracias a ella. Nos incumbe, nos pertenece y nos corresponde conservarla.

Todo lo que compramos, consumimos y tiramos implica agua. El 72 % del agua que se extrae se destina a la agricultura y cada vez se demandan más alimentos para una población creciente, sin embargo, casi la mitad terminan en la basura.

Por otra parte, Se prevé que la extracción para afrontar la demanda mundial de agua aumentará en un 55 % de aquí a 2050, principalmente por la creciente demanda de la industria manufacturera (OCDE, 2012). Lo que implica que la ropa y otros productos que adquirimos, cada vez requieren más agua, que resulta contaminada por químicos y es descargada a ríos, degradando las fuentes.

2,000 millones (1 de cada 4 habitantes del planeta) no tienen un suministro de agua potable segura.  Es decir, no cuentan con abastecimiento constante de agua de buena calidad para sus necesidades básicas diarias. En pleno siglo XXI, siguen presentes la inequidad en el acceso, la contaminación de las fuentes disponibles y las distancias que deben recorrer, muchas mujeres y niños, que deben caminar varios kilómetros para extraer el agua de ríos contaminados (OMS/UNICEF, 2021).


Por esta razón, el mensaje del Día del agua de este año se enfoca en llamar a la acción para que todos aportemos para acelerar los cambios que permitan afrontar la crisis de agua y sanidad que está incrementando en el mundo. Porque el agua nos afecta a todos y está en todo lo que hacemos. Todos podemos hacer la diferencia al cambiar la forma la que usamos, consumimos y administramos el agua en nuestras vidas.

Debemos comprender que el agua es bien finito, sometido a una presión creciente, por lo que urge ser mucho más eficientes y equitativos en cómo la usamos, con qué fines y para qué destinatarios.

Desde la familia, la escuela, la oficina, la colonia, la comunidad en la que vivimos, todos podemos realizar pequeños cambios, gotas de agua, que si se suman pueden formar un gran lago de acciones que nos permitan ahorrar enormes volúmenes de agua.

 

 


 El modelo actual de manejo del agua, se está convirtiendo en un problema mundial creciente, se requiere romper con la concepción lineal actual de extracción, distribución, uso, y desecho. Enfoque que ha permitido el derroche, la sobre explotación y la contaminación. Para modificarlo se propone implementar las siguientes acciones que lleven a una gestión integral del agua:

1- Innovación para el ahorro: utilización de tecnologías que permitan el ahorro del líquido y evitar su desperdicio, tanto a nivel de los hogares, como de las empresas e incluso a nivel público.

2- Promover un desarrollo urbano e industrial responsable: que realice un máximo uso de los recursos disponibles como del agua de lluvia y las aguas residuales con procesos de tratamiento adecuado, así como recargar las aguas subterráneas.

3- Es fundamental proteger y resguardar los ecosistemas naturales que están generando y manteniendo estos recursos, las zonas en donde se recarga el agua, donde nacen los ríos y lagos.

4- Evitar y sancionar la contaminación: Se debe exigir a las empresas que traten y dispongan de sus aguas contaminadas, evitando al máximo cualquier tipo de descarga. En caso de no cumplir se debe sancionar, no solo con multas, también con acciones que reviertan los daños generados por la contaminación.

5- Es fundamental que las autoridades cumplan su papel de control y regulación por medio de políticas efectivas para sancionar los actos ilegales, la mala gestión y los abusos de poder (UNESCO, 2019).

6- Esquemas de Financiamiento y prioridades bien definidas: lo que no se gasta en garantizar agua de calidad, se gasta en salud pública y resulta más caro[1]. Se requiere generar esquemas de financiamiento y que en los presupuestos públicos y privados se asignen partidas para promover la eficiencia, la reutilización y la recirculación del agua. De igual forma, es fundamental generar esquemas de incentivos económicos y fiscales.

El manejo del agua es uno de los grandes desafíos ambientales que tenemos como especie, se trata un problema muy grave, por lo que provoca la multiplicación de sus efectos. Con el agua no se juega, no es una mercancía, ni un bono de inversión, es un recurso fundamental para la vida y su conservación. Como sociedad debemos ponerlo en práctica por medio de una utilización consciente del recurso en nuestro día a día y en nuestras decisiones de compra y consumo. Cada gota que ahorremos o reutilicemos, recuperará el delicado equilibrio del ciclo del agua y nos asegurará su disposición actual y para las generaciones que vienen.  

TÚ PUEDES APORTAR TU GOTA DE AGUA

La campaña global "Sé el cambio" alienta a las personas a tomar medidas en sus propias vidas para cambiar la forma en que usan, consumen y gestionan el agua. Estos compromisos de individuos y comunidades contribuirán a una Agenda de Acción del Agua que contará también con los convenios a mayor escala de gobiernos, empresas, organizaciones, instituciones y coaliciones.

Ahorrar agua: Tomar duchas más cortas y no dejar el grifo abierto al untarse jabón o champú, ni al cepillarse los dientes, rasurarse, lavar los platos o preparar la comida.

Dejar de contaminar: No tirar restos de comida, aceite, medicamentos ni productos químicos por el retrete o el desagüe.

Evitar fugas: Reparar las fugas de agua en tuberías y desagües, vaciar las fosas sépticas llenas y denunciar los vertidos de lodos de depuración.

Proteger la naturaleza: Plantar un árbol o crear un jardín infiltrante; utilizar soluciones naturales para reducir el riesgo de inundación y almacenar agua.

Ser consciente: Averiguar de dónde procede el agua que utilizo y cómo se distribuye. Visitar una planta de tratamiento para saber cómo se gestionan los residuos.


En Soluciones Hidropluviales nos hemos dedicado a impulsar una mejor gestión del agua en México, rompiendo paradigmas para transformar el agua de lluvia en un recurso sustentable, disponible y accesible. Evitando que se derroche y termine en el drenaje saturado, ocasionando inundaciones y generando más contaminación. 

VER MÁS: ONUAGUA

Aporte de Soluciones Hidropluviales para preservar nuestrasfuentes de agua



[1]El mundo requiere invertir 53 mil millones de dólares anuales adicionales durante cinco años consecutivos para revertir la contaminación del agua y su escasez a nivel mundial. El Consejo Mundial del Agua estima que por cada dólar invertido en gestión hídrica un país ahorrará a mediano plazo 7 dólares y a largo plazo 20. (Mastretta V., 2017).

24 diciembre, 2020

FELICES FIESTAS 

 De parte de todo el equipo de Soluciones Hidropluviales, les deseamos mucha salud, fuerza y esperanza, para cerrar este año inusual y complejo, y prepararse para los nuevos retos que nos traerá el 2021. 

 Esperamos que el año entrante nos permita reformular nuestras relaciones con el planeta y nuestro entorno. Así como apreciar el principal líquido que hidrata la vida y forma lo que somos y hacemos.

Deseamos abundancia de agua de lluvia, que la podamos captar y aprovechar como lo que es, un recurso sustentable. Felices fiestas.

 

03 diciembre, 2020

EL TONTO SEDIENTO

Por: Sebastián Serrano 

 Como dice Bob Marley: "In the abundance of water, the fool is thirsty". Rat Race. En la abundancia de agua el tonto está sediento. Esta es una frase que aplica para la Ciudad de México, vamos que corremos a seguir el ejemplo de Ciudad del Cabo


La Ciudad de México, rodeada de agua, lleva varios siglos dándole la espalada a su principal recurso. Se construyó sobre 5 grandes lagos, que fueron secados para ganar terreno y en las últimas décadas, años tras año, sufrimos cuando se acerca la temporada seca por falta de agua. Mientras que la lluvia abundante por lo general (700 litros por metro cuadrado) en los meses de lluvia (de junio-septiembre) se va por los mega tubos del drenaje profundo, mezclada con aguas negra, para alimentar al río de la venganza, de donde regresan hortalizas regadas con agua contaminada, para alimentar la ciudad.


Alrededor de la ciudad existían 45 ríos ¿Dónde quedaron? Mixcoac, Churubusco, Tacuba, Los Remedios, La Piedad ¿suena conocido? En época de lluvia casi todos esos ríos retoman su cauce. Sobre las avenidas fluye el agua que luego se expande en las calles de la traza urbana. El agua permanece estancada en las coladeras que o son insuficientes, o están llenas de basura y así se forman verdaderos lagos. De este modo, sin darnos cuenta y a causa de un desarrollo urbano descuidado, hemos provocado que el sueño de muchos urbanistas de avanzada se convierta en realidad: el ansiado regreso a la ciudad lacustre; sin embargo, lo estamos haciendo todo mal.



Aún queda el Río Magdalena que da parte del suministro de agua potable a la Alcaldía Magdalena Contreras, sin embargo, tan pronto sale del Parque de los Dinamos se contamina con la mierda de la ciudad y llega a la Presa Ansaldo, totalmente contaminado, sigue su curso y lo podemos ver en los Viveros de Coyoacán, un arroyo casi muerto y putrefacto. Casi todas las administraciones presumen que ya recuperaron el río que está otra vez vivo. El agua de su cauce nunca debería ser un drenaje, podría dar agua limpia a parte de la ciudad y en época de lluvia, cuando su caudal crece más de 10 veces (de 200 litros por segundo a 2,000 – ¡2 tinacos en un segundo!) esos excedentes de agua se podrían infiltrar para recargar nuestros acuíferos sobre explotados… Ese es otro tema…

México se hunde en su lago seco

La ciudad se está hundiendo porque hemos sobre explotado sin ningún control, ni responsabilidad, nuestras reservas de agua subterránea. Más del 50% del suministro de agua para Ciudad de México proviene de los acuíferos y si sumamos los municipios conurbados del Estado de México, ya es una dependencia de más del 70% ¿Por qué sobreexplotando? Porque se está regresando mucha menos agua de lo que se extrae de esa misteriosa reserva subterránea, hemos pavimentado los bosques que antes permitían absorber el agua y conducirla de forma natural al acuífero. Ahora cuando llueve esos torrentes que corren por la ciudad, terminan generando inundaciones y tarde o temprano se van al Mega Drenaje Profundo. 



¿Qué ha hecho la ciudad para revertir esta situación? Muy poco. En la zona de en donde el suelo permite infiltrar el agua, se hicieron algunos pozos para conducir los escurrimientos de lluvia hacia el acuífero, por sin un tratamiento adecuado y sin mantenimiento, ya están llenos de basura y tierra y se infiltra muy poco por no decir nada. 

¿Por qué no se ha generado un programa de recarga a largo plazo? Dicen que sería muy costoso hacerlo bien y que tardaría más de 10 años, la solución más inteligente ¿para los bolsillos de quién? Fue construir otra línea del drenaje profundo, más colectores, que contaminen el agua de lluvia y la tiren fuera ¿Cuánto tardo la construcción del famoso Túnel Emisor Oriente? Casi 10 años en los cuales seguimos haciendo lo mismo "el tonto sediento", tirando y contaminando el agua que recibimos y el agua que tenemos.



¿Pero qué se está haciendo realmente?

La administración de la Ciudad de México ha intentado aplicar programas que promuevan la captación de agua de lluvia en casas, sobre todo en donde se carece de un suministro constante. Está bien, pero sigue siendo insuficiente, todas las grandes superficies: centros comerciales, grandes desarrollos, industrias, siguen tirando el agua al drenaje. En 2019 se aprobó la Ley Del Derecho Al Acceso, Disposición Y Saneamiento Del Agua de La Ciudad De México, está ley exige que las todas las nuevas construcciones que tengan un área de captación superior a los 200 m² cosechen el agua de lluvia.

Suena bien… el responsable de garantizar que esto suceda es el Sistema de Aguas de la Ciudad de México (Sacmex), que tiene una guía que se llama Sistema Alternativo, en teoría esto se debería estar aplicando desde el 2003, incluso está en el reglamento de construcción de la Ciudad de México, sin embargo, no se ha hecho bien. En resumen, los sistemas de captación de lluvia de las nuevas construcciones son tanques llenos de tierra a los cuales nadie les da mantenimiento y cuanto llueve fuerte, estos tanques sucios se llenan muy rápido ¿Qué hace el centro comercial o edificio? muy disimuladamente sacan una manguera, le conecta una bomba y lanzan el agua a la calle resultado: Insurgentes inundando, Universidad inundando, Polanco Inundado y la lista sigue.




Ante esta situación, el Sacmex actualizó su Guía del sistema alternativo, basándose en la experiencia de manuales y técnicas internacionales, haciendo una norma realmente de avanzada para que la Ciudad de México se prepare para lo que viene y revierta un poco todo lo que ha hecho mal en el manejo de sus recursos hídricos. Esta norma exige y da criterios claros de cómo aprovechar bien el agua de lluvia y las aguas tratadas, para remplazar en la medida de lo posible el suministro de agua potable, lo cual podría representar un ahorro de hasta el 40% en las necesidades de agua, dándole un respiro a los acuíferos (incluso la norma promueve la recarga). 

La pregunta del millón es ¿Quién conoce esta normativa?... qué se está haciendo, las desarrolladoras dicen que es muy caro, se quejan con la autoridad, dicen que no permiten prosperar su negocio. Prefieren seguir construyendo edificios que venden y entregan, y 3 meses después los nuevos inquilinos se están quejando por falta de agua… y no hay quien responda. O construyen mega torres o mega centros comerciales, por más de que los vecinos salgan a quejarse porque les van a quitar el agua, sus protestas sirven de poco, siguen la edificación irresponsable… igual en 20 años, lo que tardía en llegar el agua de lluvia a recargar al acuífero… quien sabe que le pase a esta ciudad, no hay agua, pero no importa, queremos torres, estacionamientos, avenidas… ¿Les suena el cuento de la Gallina de los Huevos de oro?



El gobierno de la ciudad tiene el propósito, tiene la normativa, ahora falta valentía para aplicarlo realmente. No tenemos problema de que la ciudad siga su desarrollo, pero se debe comprender que no tenemos agua, y debemos empezar a gestionarla bien para revertir el mal manejo de generaciones anteriores. El agua que recibimos y la que tenemos, debemos aprovecharla las veces que sea necesario antes de contaminarla y tirarla. Existe la tecnología, la innovación y la visión para hacerlo. Si no invertimos desde ya en mantener nuestras reservas hídricas, con una visión amplia de más de 6 años, no va a haber Cutzamala que de abasto, ni pipas, la ciudad se seguirá hundiendo en su sobre explotación (cada año se hunde 4 cm en promedio en algunos lugares llega hasta los 4 metros) y finalmente… va a ser inhabitable. No hay que ir hasta Ciudad del Cabo, México ya tiene experiencia de estos casos: Teotihuacan, las ciudades Mayas…
  
"In the abundance of water, the fool is thirsty". Rat Race. 

En la abundancia de agua el tonto está sediento…


20 septiembre, 2011

El agua por un tubo

El asentamiento en el Valle de México, desde sus inicios ha significado el reto de saber gestionar el agua de lluvia. Desde la época de Tenochtitlán se vivieron periodos de inundaciones y falta de agua, ambos correlacionados. Los aztecas tuvieron problemas con el agua de lluvia, y sufrieron graves inundaciones, pero idearon la forma de vivir en la cuenca y gestionar el recurso por medio de obras hidráulicas de regulación. Sin embargo, durante la conquista se destruyeron los diques y demás estructuras de control que habían permitido a los aztecas habitar la zona lacustre, para construir una nueva ciudad sobre el fango, ignorando el conocimiento antiguo. A partir de ahí las administraciones de la colonia empezaron una carrera absurda por desecar los lagos y por sacar como fuera el agua del Valle de México, sufriendo como consecuencia cada cierto tiempo graves inundaciones. Como dicen los expertos: “el agua tiene memoria y recupera sus cauces”.
La mentalidad de sacar el agua del Valle a toda costa continúa, sólo que ahora se busca meterla en tubos subterráneos, luchando contra la gravedad por medio de bombeos para tratar de hacerle frente al hundimiento de la ciudad (que de paso, se debe a que se está sacando el agua del subsuelo para el suministro urbano), sufriendo por la basura que tiran los “ciudadanos” a la calle que obstruye los túneles profundos (según las leyendas, por ahí fluyen desde perros muertos, hasta colchones… incluso se han visto vochos). La mega urbe a la que le falta agua, que está desecando sus entrañas, por lo tanto hundiéndose… tiene el agua hasta el cuello en la temporada de lluvia, hasta el punto de que brotan las aguas negras por los baños de los segundos pisos de las casas.
Algo se está haciendo mal
El primer gran sistema de desalojo de agua, el Gran Canal, fue ideado en 1900 después de una gran inundación, sin embargo en 1925 se vio rebasado y no se dio la alarma hasta que se produjeron una serie de grandes inundaciones en 1950, probablemente por las lluvias “atípicas” de ese entonces, partir de ahí se empezó a idear el sistema actual de drenaje profundo. En 1975 terminaron las obras, 166 kilómetros de tuberías que debían desalojar 280 m³/s. En la actualidad, según información de la Conagua, esta capacidad se ha reducido a 150m³/s, en un día la capacidad de desalojo aproximada de los tres sistemas es de 15,5 millones de m³ (Gran Canal 2,6 Mm³/d; Túnel Emisor Central 10,3 Mm³/d y, Túnel Emisor Poniente: 2,6 Mm³/d). Las lluvias que cayeron el 30 junio de este año, escurrieron en un día 24,6 millones de m³, dejando al sistema con la capacidad totalmente rebasada y a punto de colapsar.
La solución que se plantea hasta el momento es seguir con el mismo modelo: construcción del Túnel Emisor Oriente que están en proceso y representa una capacidad adicional de 12,9 millones de m³ por día, por lo tanto apenas lograría desalojar una cantidad de agua como la que cayó el 30 de junio. También debido a las inundaciones de finales de agosto - comienzos de septiembre, el Director General de Conagua, Luege Tamargo, propone la ampliación del Túnel Emisor Poniente. Mientras tanto el resultado sale a flote (o se hunde) a simple vista, ¿Quién no ha tenido que atravesar un río llamado coloquialmente “encharcamiento”? La primera semana de septiembre en Cuautitlán Izcalli la mezcla de agua de lluvia con aguas negras, alcanzó los 2 metros y las autoridades tardaron 15 días en sacar el líquido, gracias a que se detuvieron las lluvias. Esta situación, con distintos grados de gravedad, se ha presentado en diversas zonas del Valle de México y colonias del DF: Tlalnepantla, Valle Dorado, Tultitlán, Atizapán, Chalco, Naucalpan, Iztapaluca, Chimalhuacán, Ecatepec, Nezahualcóyotl, Tlalpan, la Condesa, Nápoles… por decir algunos de los más recientes.
Otras soluciones alternativas
Ante esta situación se hace más que evidente la necesidad de cambiar el modelo actual que se está utilizando para mitigar las inundaciones en el Valle de México, ya que se está demostrando que debido al exceso de urbanización (en muchos casos mal organizada), una infraestructura que está siendo cada vez más ineficaz e ineficiente, y por último, a los efectos incalculables de un clima cada vez más impredecible y extremo.
Cómo comentaron algunos expertos en el evento “Diálogos por el Agua, Inundaciones en el Valle de México”, no se puede sacar toda el agua que cae en el Valle de México a través de tubos, buena parte debe ser regulada y almacenada en la misma zona, se debe retener y recuperar el agua de la cuenca, en la cuenca. Es necesario mantener y recuperar los vasos reguladores y presas que ya tenía la ciudad como el lago de Texcoco o Xico, a la vez que se construyen y adaptan otros espacios.
Es necesario aprovechar toda el agua que cae en el Valle de México, en promedio al año llueve 700 mm, 743 litros por metro cuadrado, 1.1 billones de litros anuales, que representan 340 litros diarios por habitante del DF, de los cuales se aprovecha menos del 10%. El agua de lluvia es una solución para dejar de explotar los mantos acuíferos y para evitar traer agua a través de tubos kilométricos y de elevarla por medio de bombas más de 1.000 metros de altura. Mientras que el agua que cae en la zona, se mezcla con la basura, contaminación y aguas residuales de la ciudad y luego es expulsada a través de tubos. Como bien dijo el Dr. Oscar Monroy de la UAM: “¿¡Cómo es posible querer meter toda el agua que se produce en una región para luego mandarla por un tubo!?”

02 mayo, 2011

Lluvia + Impermeabilización: colapso urbano


Cómo se demostró en las primeras lluvias que cayeron en el DF a comienzos del mes pasado, la gestión del agua pluvial es uno de los principales retos del desarrollo urbano. El aumento de áreas construidas y la desforestación, están alterando de forma dramática la respuesta hidrológica natural y el proceso de infiltración de la tierra. Antes, la vegetación interceptaba directamente la lluvia y ayudaba a la evapotranspiración y absorción del líquido que se infiltraba en el suelo.

En la actualidad, el aumento de áreas impermeabilizadas como techos, pavimentos y suelos, están evitando que se cumpla el proceso natural, lo que provoca que más agua escurra por la superficie y a mayor velocidad, los resultados se pueden ver en las noticias todos los años. A esta problemática se le suma la falta de una mayor planeación y que la infraestructura pluvial resulta insuficiente, lo que lleva a la saturación de los drenajes y canales provocando inundaciones y afectaciones a la sociedad. Por otro lado, el escurrimiento pluvial arrastra hacia los cauces naturales o hacia los sistemas de tuberías una mezcla tóxica de sedimentos, basura, hidrocarburos, aceites y grasas; haciéndolos incompatibles con la vida.

El más claro ejemplo de esta situación se observa en algunas ciudades como el Distrito Federal, donde las corrientes han sido canalizadas e incluso convertidas en calles o avenidas; en cuanto al agua de lluvia, al igual que el agua residual, son drenadas por el alcantarillado. De esta forma, la población cree que el escurrimiento pluvial se ha eliminado y ya no es una amenaza o algo que deba preocuparles, pero cada vez es más frecuente que los drenajes se saturen porque se acumula la basura que lleva el escurrimiento y provoca inundaciones. El más claro ejemplo se vio hace unos días en la ciudad en el Viaducto y el Canal de la Compañía.

La correcta gestión del agua de lluvia es un reto para México, no sólo para los organismos de gobierno, sino también para la sociedad y la industria. El agua de lluvia colapsa la infraestructura en la temporada de lluvia, pero luego los grandes centros urbanos tienen que hacer mega obras de ingeniería para abastecerse del suministro porque no pueden abastecerse. Un triste realidad que año tras año va empeorando y que se puede atender desde ya si se toman las medidas necesarias, que implican el aprovechamiento del agua de lluvia y la readecuación de la infraestructura de tal forma que vuelva a ayudar los proceso naturales que hemos roto.


22 marzo, 2011

Día Mundial del Agua: respondiendo al desafío urbano


El tema central para 2011 será la problemática del agua en la ciudades y de cómo se está convirtiendo en un desafío urbano. Según la UNESCO, el objeto es poner de relieve y alentar a los gobiernos, las organizaciones, comunidades y personas a participar activamente para responder al desafío de la gestión del agua en las ciudades. Esta preocupación se debe a que los sistemas urbanos de abastecimiento de agua se están enfrentando a situaciones cada vez más graves como: el rápido crecimiento de la población, la industrialización y la incertidumbre causada por el cambio climático, los conflictos y los desastres naturales sobre los sistemas de abastecimiento de agua.

Según cifras de la UNESCO, el total global de agua dulce que se consume al año es de 4,000 km³, incluyendo a los sectores, agropecuario, doméstico e industrial. La población en las ciudades aumenta año tras año y por lo tanto el agua que se requiere para su consumo, entre 1998 y 2008, 1.052 millones de habitantes urbanos obtuvieron acceso al agua potable, sin embargo 141 millones siguen sin tener esta posibilidad.

El agua en un recurso fundamental para la población y las ciudades requieren un enorme suministro de agua dulce, el problema es que una vez utilizado, el recurso regresa a los afluentes contaminado, cada día 2 millones de toneladas de desperdicios se eliminan a través de los cursos de agua. La rápida urbanización está llevando a que aumente la demanda de agua que es extraída de zonas cada vez más distantes o profundas, lo que conduce a la sobreexplotación de los recursos hídricos. Por otro lado, de 250 a 500 millones de m³ de agua potable se pierden en muchas mega ciudades cada año, evitar estas pérdidas podría abastecer de agua potable a entre 10 y 20 millones de personas más en cada gran ciudad.

México un claro ejemplo

La problemática del suministro de agua en las ciudades es cada vez más común en México, en donde la población en las últimas cinco décadas se cuadriplicó, pasando de 25.8 millones de habitantes en 1950 a 104 millones en la actualidad. El 56% de la población total del país vive en las ciudades, situación que está generando una fuerte presión sobre los recursos y sobre el medio ambiente, ya que ha incrementado la demanda en los servicios básicos, sobre todo de los recursos hídricos. Según datos de SEDESOL, 69 de las 121 ciudades más grandes del país enfrentan problemas críticos de disponibilidad de agua; la disponibilidad más baja se encuentra en ciudades como: México D.F, Guadalajara, Monterrey, Querétaro, Tijuana, León y Toluca (entre otras). Para el abastecimiento urbano, el tipo de fuente de agua predominante es la subterránea con el 62% del volumen y en ciudades como el Distrito Federal esta proporción aumenta al 73%.

Situación paradójica sobre todo si se tiene en cuenta que anualmente México recibe del orden de 1,489 miles de millones de metros cúbicos de agua en forma de precipitación, en promedio 760 mm al año. Lo cual demuestra que un elevado porcentaje del recurso pluvial se pierde, una enorme oportunidad que se está dejando correr. Razón que se hace más evidente en la zona metropolitana del Valle de México, en donde viven 19.331.365 personas y que tiene una presión hídrica del 132.3%, ya que se consume más agua de la que se puede recargar. Según datos de CONAGUA, 59.6 m³ por segundo se extraen de los acuíferos del Valle de México pero solo es posible recargar 31,6 m³ con el agua de lluvia que se aprovecha y el agua que se potabiliza y tratada. Pero por otro lado recibe 700 mm de agua de lluvia al año, 115 mm más que Londres y 61 mm más que Frankfurt; que podrían ser utilizados para el consumo de la población y la recargar de los acuíferos.

Esta situación hace que sea necesario replantear el aprovechamiento de los recursos hídricos, en el mundo, sobre todo en México, en donde el agua cae del cielo y se va al drenaje, mientras que ciudades cada vez más sedientas van secando todo recurso hídrico que se encuentra alrededor y bajo tierra, para regresarlo a los ríos y al mar contaminado. Situación que da para mucha reflexión en el Día Mundial del Agua.


14 marzo, 2011

Ante la mirada impasible, la Naturaleza responde

El 2010 fue un año en el que las tragedias naturales se hicieron sentir con gran fuerza en todas las zonas de la tierra, empezando por el terremoto ocurrido en Chile de 8.8 grados en la escala de Richter y pasando por las inundaciones que fueron afectando a distintos puntos del planeta:

  • Agosto, Pakistán las inundaciones ocasionadas por las lluvias de agosto afectaron a 15 millones de personas, según datos de Naciones Unidas.
  • Septiembre, México, el paso del huracán Karl causó nueve muertos, siete desaparecidos, 40 mil evacuados, medio millón de afectados y 209 municipios de estados del sur en situación crítica. Según datos de Protección Civil.
  • En Colombia, según cifras oficiales las lluvias de noviembre y diciembre dejaron un millón 205 mil damnificados, 138 muertos, 208 heridos y 22 desaparecidos.

Este 2011 no empezó muy alejado del año anterior, empezando con las inundaciones de Australia, en donde tuvieron que evacuar la tercera ciudad más importante Brisbane ante la amenaza de las crecidas que iban dejando a su paso destrucción y decenas de desaparecidos. Siguió Brasil, en donde las lluvias provocaron 600 muertes y las precipitaciones provocaron que ríos de lodo arrasaran a su paso por las montañas y ciudades, ocasionando que más de 5.000 personas quedaran sin hogar. Luego siguió el terremoto de Nueva Zelanda de 6,3 grados ocurrido en febrero. Ahora un sismo de 8,9 grados, se produjo en el norte de Japón y desató una ola de hasta 10 metros de altura que arrasó la costa del noreste, hasta el momento la tragedia ha cobrado la vida de 2.000 personas, provocó varios incendios y tiene en estado de alerta a Japón debido al colapso y de las centrales nucleares.

Algunos fenómenos ocurren de forma impredecible y la capacidad de reacción de las personas queda totalmente debilitada ante la fuerza de la naturaleza. Sin embargo, en la mayoría de casos este tipo de efectos se pueden mitigar con medidas y acciones de prevención. Algunas situaciones como la ocurrida en el Sureste mexicano el año pasado, se han convertido en una situación constante para las personas que viven en la zona, circunstancia que se podría prevenir o mitigar en gran medida con una acción más decidida de prevención y una infraestructura adecuada.

Ante estas noticias sobrecogedoras, también es inevitable pensar que la misma impasibilidad que a veces se ve en la gente que está viviendo estas situaciones de forma constante, ¿no es acaso una enorme metáfora de nuestra actitud ante el cambio climático? La tierra es un enorme ser vivo y reacciona.

Ver impresionante video BBC Mundo:

http://bbc.in/fNQKBN